A lo largo de nuestra trayectoria profesional hemos tenido la suerte de participar en proyectos verdaderamente importantes, ayudar a crear productos fabulosos y trabajar junto a personas con un talento excepcional.
A medida que nuestras responsabilidades fueron pasando de ingenieros a ingenieros analistas y después a ejecutivos de alto nivel, se hizo cada vez más evidente que la clave de una ventaja competitiva sostenida era la conjunción de grandes productos con grandes personas.
En muchas de las empresas con las que trabajamos nos habíamos encontrado con carteras de productos nada competitivas, envueltas en grupos y organizaciones disfuncionales que impedían crear un plan único que ayudara a enderezar el rumbo de la compañía. Lo que faltaba era un plan. Un plan y un método para enfocar inequívocamente los esfuerzos de toda esa gente.
Ante esta necesidad, en Hôrizon hemos desarrollado nuestro propio sistema de trabajo, un método pionero con el que hemos tenido la oportunidad de contribuir al reflotamiento de varias compañías y contribuido de forma positiva en muchas vidas. Nada importa más que eso.